sábado, 21 de marzo de 2009

La Visita del Señor


La Visita del Señor
Cuando fui estudiante del Seminario Teológico de Venezuela, tuve una compañera y buena amiga, que cuando hacía sus devocionales y en la lectura de la Biblia sentía que ese pasaje le había hablado de una manera especial o cuando en oración sentía una paz indescriptible, ella siempre me decía “fui visitada por el Señor”. Yo siempre pensé que estaba media loca, pero ella siempre compartía su experiencia conmigo y lo contaba con tanta emoción que yo siempre lo único que le decía era: “qué bueno” es una expresión que siempre uso cuando no sé qué decir.
No me caracterizo por ser una persona que cree mucho en experiencias esotéricas o extrasensoriales, pero siempre me preguntaba a qué se refería o qué sentía ella cuando me compartía esas experiencias. Me preguntaba: ¿Seré yo raro o diferente por no experimentar eso? O ¿Sería ella y los demás que sentían eso los raros? Pero en realidad eso nunca me ha quitado el sueño.
Pero muy recientemente, experimenté algo que nunca había experimentado. Una noche de esas de insomnio (de las muchas que sufro) hice algo diferente a lo que hago cuando no puedo dormir. Generalmente en esas noches en que no duermo, me pongo a orar en mi cama con la luz apagada para no molestar a mi esposa, antes me levantaba y me sentaba en la computadora a preparar estudios bíblicos o sermones, pero esto la molestaba y decidí dejarlo de hacer. Bueno esa noche extraña jejeje (permítanme llamarla así) que de paso tenía mucha tos y me había quedado sin voz de tanto toser. En fin, me levanté abrí las puertas de mi casa y salí a un corredor que hay en frente (porche) y me paré frente al garaje y noté que la noche estaba hermosamente estrellada, y me provocó alabar al Arquitecto Creador de tan hermosa obra, eran las 2:15 de la mañana aproximadamente y comencé a adorar a Dios y cuando acabé de hacerlo, para mi sorpresa eran las 5:45 de la mañana. Naguará (como dicen en mi pueblo para expresar sorpresa) pasaron 3 horas y media sin darme cuenta, lo digo en serio, yo pensé que habían pasado solo como 30 minutos pero eran 3 largas horas y media.
Fue una experiencia única porque la paz y gozo que sentí inmediatamente fue indescriptible, no hablo de que fue un éxtasis o algo semejante a lo que describen mis hermanos de otras denominaciones carismáticas, fue solo que me concentré tanto en agradecer a mi Dios por esa hermosa noche que no sé a dónde se fue el tiempo, porque yo quería seguir.
Luego pensando y meditando y contándole a mi esposa lo que me había sucedido, dije: a esto se refería mi amiga y compañera de estudio y pensé “fui visitado por el Señor”. Recordé a tantos hombres y mujeres que en la Biblia tuvieron experiencias increíbles de encuentros personales con el Señor, y dije: realmente entiendo qué sintieron en esa experiencia. No pretendo igualarme a ellos (Dios me libre de hacer eso) pero en una pequeña medida yo viví algo similar y eso me emocionaba aun más.
A veces buscamos a Dios en las cosas que según nosotros son increíbles o fantásticas, pero Dios está en el lugar que a veces menos nos imaginamos. Elías en 1 Reyes 19:1-18 pensó que dios estaba en el lugar equivocado, lo buscó en medio del viento fuerte que partía las montañas, pero Dios no estaba ahí. Luego pensó que Dios venía en el terremoto pero se volvió a equivocar, inmediatamente vino un fuego y pensó “Ahí si debe estar” e igualmente se equivocó. Después de todo ese estruendo sucedió que todo quedó en un “corto sonido de silencio” (traducción que hace justicia a la expresión en hebreo) la mayoría de las versiones traducen como un silbo suave y apacible. Increíble, en el silencio, la paz y tranquilidad, ahí estaba el Creador del Universo.
No podía ser de otra forma, mi hermoso Señor que no nos deja de sorprender piensa y actúa diferente a los hombres. Me identifiqué inmediatamente con Elías y busqué a Dios en sitios que en nuestro basto “conocimiento” jajaja (permítanme la risa irónica) pensábamos que le podíamos hallar, pero al igual que el profeta (y es en lo único que me parezco a él, en lo equivocado) me equivoqué siempre y lo hallé, no perdón corrijo, Él me halló a mí en medio del silencio de la noche.
El Salmo 46:10 dice: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios” (NVI) y esto es lo que jamás hacemos, estarnos quietos para ver a Dios actuar a nuestro alrededor. Dios, solo nos encontrará en el momento que estemos quietos reconociendo su majestad y poderío. Dejarlo actuar a sus anchas, siempre digo en broma: “para eso Él sabe un poquito más que nosotros” pero si no lo dejamos actuar, cómo esperamos verlo a Él u oírlo. Estamos tan ocupados o distraídos con el ruido que producimos que nunca le veremos un poquito ni siquiera.
Me gusta esta súplica de Agustín de Hipona:
Dame, Señor, a conocer y entender qué es primero, si invocarte o alabarte; o si
antes de conocerte que invocarte. Más, ¿quién habrá que te invoque, si antes no te conoce? Porque, no conociéndote, fácilmente podrá invocar una cosa por otra. ¿Acaso, más bien, no habrás de ser invocado para ser conocido? Pero,
¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? (Romanos 10:14).
Ciertamente alabarán al Señor los que le buscan, porque los que le buscan lo hallan y los que lo hallan lo alaban.
Que yo, Señor, te busque invocándote, y te invoque, creyendo en ti,
pues me has sido ya predicado.
Invócate, Señor, mi fe, la que tú me diste e inspiraste por la humanidad de
tu Hijo, Jesucristo, y el misterio de tu predicación.


Oración: Señor, permíteme estar quieto y en silencio, e invocando tu nombre en alabanza y adoración para seguir viéndote actuar a mi alrededor. Abre mis ojos, porque quiero verte para contemplar tu majestad y el resplandor de tu hermoso rostro y te diré Santo, Santo, Santo. Gracias Señor por tu visita, las puertas de mi casa, de mi corazón y mis brazos están abiertos para que siempre me visites y traigas tu exquisita paz. Amén

Experimentando a Dios en mi vida: En esta ocasión Dios no usó ningún instrumento humano para que yo lo experimentara a mí alrededor. No es que menosprecie las otras veces que Él ha usado personas para ayudarme en mis necesidades, sino que esta vez le plació a Él hacerlo por sí mismo y es algo que jamás podré olvidar. Ante su sola presencia lo único que puedo decir es ¡¡¡DIOS MÍO ERES REALMENTE MARAVILLOSO!!!

viernes, 20 de marzo de 2009

¿Cuánto vale mi vida?


¿Cuánto vale mi vida?
De pequeño, recuerdo que era muy inseguro en todo. No pretendo culpar a nadie, no voy a decir que el ambiente en que me crié me hizo así o que ser el número 10 de 12 hermanos hizo que mis padres no me mostraran el amor que merece un niño (aunque debe ser muy difícil hacerlo, admiro a mis padres por eso). Nada de eso culparé, solo digo y reconozco que fui muy inseguro, lo que algún psicólogo diría que tenía baja autoestima.
Dudaba para todo, siempre me hacía mil preguntas antes de de tomar una decisión, y cuando la tomaba ya era tarde y había pasado la hermosa oportunidad de hacer algo. Que si me gustaba una muchacha, empezaba a preguntarme: ¿Y si no le gusto? ¿Y si se burla de mí? ¿Cómo la saludo? ¿Y si meto la pata? Y al final llegaba a la conclusión de que era muy complicado hablarle a la muchacha de mis sueños y optaba por decir: Seguro no le gusto y mejor me evito el mal rato y no la trataba. Años después cuando crecí y hable con esa muchacha, ella me dijo que siempre en la escuela esperó a que yo la tratara o le dijera por lo menos un hola y que yo nunca lo hice. Qué horror, me reía después, y pensé, muchas veces todos o casi todos nos paralizamos ante situaciones así dejando pasar las oportunidades.
Una de las preguntas que me hacía con frecuencia era la de cuánto vale mi vida, eso me lo preguntaba como indagando si yo era alguien que ameritaba atención, de pequeño era muy tremendo solo para llamar la atención, molestaba y vivía eternamente molesto con todo, si a uno de mis hermanos lo lavaban por algo bueno que hacía, yo me preguntaba que por qué a mí no me felicitaban igual (claro, si no había hecho nada bueno, cómo me iban a felicitar) y creo que eso me ponía triste, pero como no sabía manejar la tristeza me enojaba y hacía una de las mías que al final en vez de un halago me ganaba un buen castigo, pero lograba mi objetivo (llamar la atención de alguien).
Siempre pensaba, y creo que es algo que todos los baja autoestima piensan, que mi vida no valía nada, que por eso no debía hablar con una muchacha que me gustara porque no lo merecía, que no debía practicar cualquier deporte porque seguramente era pésimo. En fin, cosas que pasaban por mi mente y me hacían reflexionar erróneamente, yo no valgo nada. Hasta me imaginaba, ¿cuando yo muera habrá alguien que me extrañe? Y cosas así.
Yo realmente pensaba que mi vida no valía nada, hasta que conocí a Jesucristo y Él me enseñó que su amor por mi es tan grande que dio su vida por mí. Y pensé, si Jesús dio su propia vida, se dejó torturar y resucitó por amor a mí, entonces si valgo algo, y dije no algo sino muchísimo, valgo la vida de Jesús. Pero, conforme he ido madurando entiendo que no es porque yo valga que Jesús murió por mí, sino que con su sacrificio Él le dio valor a mi vida. No es que yo mereciera que Él hiciera eso, sino que para que mi vida cobrara valor fue que Él murió y resucitó por mí.
Ahora, cada vez que me siento chiquitico, como si no valiera nada, solo recuerdo que mi vida tomó valor y mucho porque Cristo murió y resucitó por mí, y más que eso, vino hacer una morada en mi corazón y su Espíritu Santo me cuida y guía a cada instante de mi vida.
Hoy trato de enseñar eso a otras personas, que sienten que sus vidas están opacadas y no hayan la salida. Jesucristo un día dijo: “Venid a mi todos los que estén cansados y cargados y Yo los haré descansar”. Si alguien al igual que yo en el pasado necesita descansar de un estilo de vida sin seguridad, solo mire a Aquel que dio todo por darnos valor.
Siempre recuerdo esto:
1. Dios me ama (Juan 3:16)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

2. Dios tiene un plan maravilloso para mi vida (Juan 10:10)
…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

3. No experimento el plan de Dios por causa del pecado (Romanos 3:23; 6:23)
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

4. Jesús es la provisión de Dios para alejarme del pecado (Juan 14:6; 1:12)
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios

Oración: Señor, gracias por darle valor a mi vida, hoy te agradezco por demostrarme que tú eres el que ha dado sentido a mi vida. Permíteme demostrar a otros que vagan sin sentido pensando que no valen nada, que sí valen pero que deben encontrar ese valor en ti. Gracias nuevamente por ser tan especial conmigo. Amén

Experimentando a Dios en mi vida: Sentí muchas veces que no valía nada, y hasta pensé en acabar con mi vida porque no tenía sentido. Pero el Señor envió a personas que me hablaron de él, me mostraron que había una esperanza, estas personas no solo me hablaron con palabras sino con vidas transformadas por él. Una de esas hermosas personas fue mi hermosa mamá (Mi Maíta, como yo le digo) me habló y mostró cómo Dios cambia una vida. Y no me quedó otro remedio que aceptarlo, además como pensé en aquel entonces “no tenía nada que perder” y no me arrepiento de haberlo hecho, pues él (Jesús) me ha transformado en una nueva criatura. Ante esto solo puedo decir… ¡¡¡GRACIAS AL DIOS QUE DA VALOR A MI VIDA!!! TE AMO SEÑOR

martes, 17 de marzo de 2009

Siendo atacado


Siendo atacado
Hace poco vi escrito en la ventana de un autobús (algo muy común en mi país) esta frase que llamó mi atención “NO LE TEMO A MIS ENEMIGOS QUE ME ATACAN, SINO A LOS FALSOS AMIGOS QUE ME TRATAN” el hecho de que esta frase llamara mi atención radica, aparte que me pareció muy graciosa, en que precisamente hacía poco tiempo había sido agredido por personas que yo pensaba que eran amigos y que me apreciaban. Comprobé que el dolor es mayor cuando te atacan aquellos que tú aprecias. Fui atacado por estas personas de forma verbal, y esto no era lo que más me afectaba sino el descubrir que lo hacían a mis espaldas. Esto fue lo que realmente me afectó más. Tal vez tengan o tenían razón en lo que decían (porque no soy perfecto) pero creo que perdieron cualquier rastro de razón cuando lo hicieron de la forma que lo hicieron.
En nuestras vidas seremos agredidos, física o verbalmente, y esto nos afectará según el grado de cercanía a nosotros que tenga el agresor. Vino a mi mente cuando nuestro Señor Jesucristo fue rechazado, maltratado y vejado por aquellos, que tal vez algún día, se hicieron llamar sus “amigos”. Hasta su propia familia, en un principio dudaron de él (Juan 7:5).
Un día domingo Jesús entró en Jerusalén como el Rey triunfante, siendo recibido en la ciudad por multitudes de adoradores que gritaban “HOSANNA” y que Le daban honra batiendo ramas de palma. El Sanador de los enfermos y el Dador de gran sabiduría había llegado y las masas Le adoraban. ¿Qué cambió los “HOSANNAS” por los “CRUCIFÍCALE”? Todo comenzó a ir mal cuando Jesús les dijo a las personas lo que ellas no querían escuchar. Mira lo que Él dijo: Echó a los cambistas del templo (Mateo 21:2). Enseñó que los publicanos y las prostitutas podrían entrar en el reino de los cielos antes que los religiosos (21:31). Les dijo que pagaran sus impuestos (22:21). Luego pronunció esto contra los líderes religiosos: “Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas” (23:13-31). Pero Jesús, el Justo, el único hombre perfecto, Dios hecho carne, no estaba en la ciudad para un concurso de popularidad. Su tarea era proclamar la verdad y proveer salvación. Y Le costó la vida.
Piensa en la última semana de vida de Jesús. Después alábale por Su perfección y Su amor, un amorque Le llevó hasta la cruz. Las manos con las marcas de los clavos de Jesús revelan el corazón lleno de amor de Dios.
Creo que el grave problema que a veces lo que enfrentamos se debe a que somos atacados por cualquiera de las siguientes razones:
1. Por envidia: la gente que no puede alcanzar lo que tú has alcanzado, tratará por todos los medios de bajarte hasta su nivel.
2. Por tus ideas: Hay personas que están en desacuerdo con alguna idea tuya pero en vez de atacar tus ideas, terminan atacándote a ti.
3. Porque no tienes la razón: Esta razón debería ser buena pero en vez de dar las ideas propias y acertadas se concentran en aplastar al que no tiene la razón.
4. Porque tienes la razón: somos víctimas de tener la razón porque eso le duele a otros.
5. Por decir la verdad: Nunca vendas tus valores y principios y más cuando estos están basados en la palabra de Dios.
En fin, sea por cual sea la razón por la que somos agredidos, esto siempre causará un dolor en nuestros corazones.
Pero el Señor nos anima diciéndonos que si Él fue atacado y su única reacción fue perdonar, la opción nuestra no debe ser diferente. Simplemente, debemos dejar todo en las manos de Dios. La respuesta de Jesús cuando era maltratado fue: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”
El perdonar es un acto de amor (Mat. 18:21-22)
2. Para recibir el perdón de Dios debemos perdonar (Mar. 11:25)
3. El perdón implica limpiar el corazón (Lucas 6:37)
4. El perdón restaura (2 Cor. 2:7-10)

Aquí está una lista de frases de personajes famosos que hacen pensar en esta situación:
† "El diablo es optimista si cree que puede hacer peores a los hombres." - Kark Kraus
† "Las injurias son las razones de los sin razón." - Jean-Jackes Rousseau
† "Lo que quiere el sabio lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás." - Confucio
† "Los ejemplos son diez veces más útiles que los preceptos." - Charles James Fox
† "Los espíritus vulgares no tienen destino." - Platón
† "Mejor es asesorarse antes de obrar que arrepentirse." - Demócrito
† "No puedes huir, no puedes correr a ninguna parte mientras no sepas quien es tu enemigo." - Anónimo
† "Nunca es tarde para no hacer nada." - Jacques Prevert
† "Ojo por ojo, y el mundo acabara ciego." - Indira Ghandi
† "Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que lo enfurezca mas." - WILDE
† "Siempre es peor al día siguiente." - Seneca
† "Tú puedes vencer a todos los gigantes de tu vida con el poder de Dios". Alex Villena

Oración: Señor, gracias por apoyarme en medio de la tribulación. Perdóname si he dado pie para ser atacado y permíteme enmendar mi falta. Dame sabiduría y fortaleza para enfrentar la adversidad. Gracias por mostrarme tu apoyo y amor a través de amigos que vinieron en tu nombre con un mensaje de parte de ti. Has de mí un instrumento útil en tus manos y que siempre obre de manera que nadie pueda decir nada en mi contra. Que pueda recordar esas marcas dejadas por esos horrendos clavos en la cruz y que muestran tu gran amor por cada uno de nosotros, incluso por los que nos atacan. Amén.

Experimentando a Dios a mí alrededor:Es cierto, fui atacado y herido en mi orgullo, pero Dios se mostró a través de personas que vinieron a sanar mi corazón, a través de palabras de aliento y de apoyo, por medio de sus oraciones e incluso solo mostrando su presencia sin decir nada (a veces esta es la mejor ayuda) gracias a mi hermoso y poderoso Dios que me enseña con su ejemplo y me dice que debo ser fuerte para también ser ejemplo a los que me observan. DIOS, ERES MARAVILLOSO¡¡¡¡¡¡

domingo, 15 de marzo de 2009

La Depresión


La Depresión
El trastorno depresivo es una enfermedad que afecta al organismo, al estado de ánimo y a la manera de pensar, de concebir la realidad. Afecta al ciclo normal de sueño-vigilia y alimentación. Se altera la visión de cómo uno se valora a sí mismo (autoestima), y la forma en que uno piensa. Es importante aclarar que un trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza, que puede ser considerado como una reacción normal ante un acontecimiento negativo (pérdida de un ser querido, divorcio, etc). Sin embargo, si dicho estado se prolonga en el tiempo o sus síntomas se agravan, impidiendo el desarrollo adecuado de la vida cotidiana, puede llegar a convertirse en un trastorno depresivo, de ahí la importancia de que la persona reciba un tratamiento adecuado.
¿Pueden deprimirse los cristianos?
Sinceramente pienso que sí, algunos preguntaran ¿Por qué? Y la simple respuesta es porque son seres humanos, parece simple la respuesta pero realmente no hay otra. Los cristianos con seres humanos que sienten y padecen igual que los demás. A veces se cree que los cristianos están exentos de cosas “mundanas” como estas, pero no es así.
Una de las cosas más comunes que producen la tristeza o aflicción a algunas personas es el sentimiento de soledad. Y yo pregunto: ¿Quién no se ha sentido solo alguna vez en su vida? ¿Quién experimenta soledad y desesperación? El extranjero, el rico, el miserable, el divorciado, el padre soltero, el joven, el hombre de negocios, el profesional, el ama de casa, el que no tiene trabajo... Nadie está inmune a la soledad.
Hasta los hombres y mujeres de Dios a veces experimentan soledad.
En el Antiguo Testamento Elías se destaca como el más dramático y vehemente profeta de Dios. Paró la lluvia, desafió a un rey cara a cara, hizo caer fuego del cielo, mandó ejecutar a cientos de falsos profetas y predijo con exactitud la fecha en que terminaría una sequía de tres años y medio.
Sin embargo, en el Nuevo Testamento leemos que "Elías era tan humano como nosotros" (Santiago 5:17 BD). De modo que él también vivió momentos de angustia y soledad.
Elías terminó en el desierto, bajo un árbol y totalmente desesperado, como resultado de cuatro pasos equivocados.
Notemos cómo Dios satisface cada una de las necesidades del profeta en el momento de la crisis:

I. Estaba exhausto físicamente
Físicamente, Dios le da alimento y un buen descanso.

II. Se turbó emocionalmente
Emocionalmente, el Señor le hace saber a Elías que su presencia está con él y lo anima.

III. No acudió a Dios espiritualmente
Espiritualmente, Dios exhorta a Elías a seguirlo una vez más.

IV. Se aisló socialmente
Socialmente, el Señor le habla a Elías acerca de un gran número de hombres y mujeres de Dios con quienes podrá tener camaradería y recibirá aun más ánimo.

Conclusión: De la misma manera, Dios quiere suplir sus necesidades personales, apreciado lector. Usted no puede vivir la vida cristiana victoriosa en soledad y en sus propias fuerzas. Es imposible. Sólo experimentamos victoria por el poder del Cristo viviente (Gálatas 2:20). Su presencia y su poder son particularmente evidentes cuando dos o tres se reúnen en su nombre para orar por algo en concreto (Mateo 18:20).
Utilice su soledad o desaliento como una motivación para entregarse nuevamente al Señor. No permanezca sentado bajo el árbol de la desesperación. Las últimas palabras de Jesucristo fueron que estaría con nosotros siempre (Mateo 28:20). El quiere ser su mejor amigo, de modo que usted ya no se sienta solo.

Oración: Señor, ayúdanos en medio de nuestra debilidad, permite que podamos en todo tiempo sentir tu presencia en nuestras vidas, abre nuestros ojos, aumenta nuestra fe, sana nuestro corazón. Gracias Señor por ser tan especial con nosotros, levanta nuestro ánimo como levanta el águila su vuelo cuando se rejuvenece. Guía siempre nuestros pasos en medio de la oscuridad que nos rodea cada día. Amén
Experimentando a Dios en mi vida
Mi Señor ha sido tan hermoso que no solo me ha regalado su presencia en mi vida, sino que también ha usado a personas muy especiales para que se acerquen a mi y en los momentos que me he sentido solo, abatido sin fuerzas al igual que Elías, ellas me han mostrado con sus palabras y aun más allá con su presencia y también sufriendo conmigo que no estoy solo. Todo esto es posible cuando abrimos nuestro corazón a un Dios que cuida cada aspecto de nuestra vidas. Así he experimentado recientemente a Diosen mi vida. Glorificado sea Él.