lunes, 5 de abril de 2010

El esfuerzo que agrada a Dios


Este es un sermón que predicó una joven de mi iglesia... Ella se llama Nayarit Rovallo, me pareció tan bueno, que habló a mi vida y quiero compartirlo con todos

El esfuerzo que agrada a Dios
2 Timoteo 2:15
“Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad”.

Muchas veces nos esforzamos en ser buenos estudiantes, buenos profesionales, buenos padres, hijos, nietos, en ser una buena pareja… Generalmente todo esto se debe a que queremos la aprobación de otras personas y sentirnos bien con nosotros mismos. Pero, ¿Cuál esfuerzo verdaderamente puede hacer una diferencia en tu vida?, ¿Cuál es el esfuerzo que agrada a Dios?

Pablo exhorta a Timoteo a esforzarnos por ser un obrero aprobado y hay dos aspectos que él menciona:

1. Ser un obrero que no tiene de qué avergonzarse.

Nuestra forma de vivir habla mucho de cuanto anhelo tenemos de agradar a Dios o no, e incluso a veces es necesario decidir agradar a Dios aunque no tengamos la aprobación delante de nuestros “amigos”.

Podemos preguntarnos cuáles son aquéllas cosas de las cuales debemos sentir vergüenza, en Proverbios 6:17-19 encontramos 7 cosas que Dios aborrece y que diariamente podemos verlas:

*Los ojos que se enaltecen

*La lengua que miente

*Las manos que derraman sangre inocente

*El corazón que hace planes perversos

*Los pies que corren a hacer lo malo

*El falso testigo que esparce mentiras

*El que siembre discordia entre hermanos

Pensamos que estas cosas están lejos de nosotros pero no es así, las hacemos diariamente y esto debe avergonzarnos. No solo en proverbios encontramos esto, también a lo largo de la Biblia, incluso en el pasaje que estudiamos hoy, en 2Timoteo.2, Pablo le dice a Timoteo que hay cosas que debe evitar, entre estas tenemos las palabrerías profanas (v.16); las malas pasiones juveniles (v.22) (gratificar anhelos sensuales, el deseo a las cosas prohibidas, los gustos por lo malo, la codicia por las cosas que son de otro, y querer cosas, personas o experiencias que son contrarias a la voluntad de Dios); también debemos evitar tener que ver con discusiones necias (v.24).

Dios quiere que tengamos una vida santa que verdaderamente marque una diferencia en la vida de la gente y que haga sonreír su corazón, por eso nos dejo estas recomendaciones, sus mandamientos y su palabra para que sepamos cómo conducirnos.

  1. Ser un obrero que use bien la Palabra de Verdad

La Biblia es la única fuente definitiva de sabiduría, conocimiento y comprensión de las verdades supremas. Es una mina de oro de consejos prácticos, es un manual de vida. Por esta razón Pablo anima a Timoteo a interpretarla, enseñarla y vivirla de una forma correcta, e incluso esto va a ayudar a que sepamos de qué forma vivir de manera que no tengamos de qué avergonzarnos. A lo largo de la Biblia encontramos ejemplo de lo que esto significa.

*Estudiarla (Josué 1:8a) Nunca se aparte de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él.

*Vivirla (Josué 1:8 b)

-Para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito.
-No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. Santiago 1:22

*Enseñarla (Deuteronomio 11:18-21)

- Grábense estas palabras en el corazón y en la mente; átenlas en sus manos como un signo, y llévenlas en su frente como una marca. Enséñenselas a sus hijos y repítanselas cuando estén en su casa y cuando anden por el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten; escríbanlas en los postes de su casa y en los portones de sus ciudades. Así, mientras existan los cielos sobre la tierra, ustedes y sus descendientes prolongarán su vida sobre la tierra que el Señor juró a los antepasados de ustedes que les daría.

Conclusión: Dios espera que nos esforcemos por ser diferentes y tener una vida conforme a su corazón. No debemos “parecer” cristianos, debemos “serlo” sin nada de qué avergonzarnos , enseñando a otras personas no solo con lo que decimos sino con nuestra manera de vivir, la Palabra de verdad.