lunes, 30 de marzo de 2009

La verdadera riqueza



Cuando era niño asistí a una escuela pública, ahí habían estudiados todos mis nueve hermanos mayores y yo no podía ser la excepción, recuerdo que era un muchacho muy sociable que le gustaba hablar mucho con todo el mundo (aun no he cambiado eso, y espero no hacerlo) y eso me hacía sacar cualquier tema de conversación posible, y mi pasatiempo favorito era ver televisión (aun tampoco he cambiado eso, solo que ahora tengo menos tiempo para hacerlo) y contaba muchas cosas de las comiquitas que veíamos todos los chicos de esa época, un día conté lo mucho que me gustaba el traje azul de Spiderman (Hombre araña) y noté que la mirada de mis amigos había cambiado y yo no entendía lo que estaba sucediendo: ¿Qué dije? ¿Qué los ofendió? Hasta que unos de ellos habló y me dijo: ¿Cómo sabes que es azul? A lo que respondí: “porque lo veo todos los días” y la mirada de ellos se hizo más extraña y ya me estaba sintiendo un poco nervioso porque no entendía nada, y el mismo amigo me preguntó: ¿en tu casa hay televisión a color? Y yo dije: Sí, desde hace mucho tiempo. Y los chicos me hicieron una pregunta que pareció la más extraña que me habían hecho en mi vida: ¿Tú eres rico? Y yo me reí y dije: “Claro que no, ¿cómo se les ocurre eso?” es que ninguno de nosotros tenemos.
Ahora, unos cuantos “añitos” después, me pongo a pensar en esa situación de mi infancia, obviamente no éramos ricos en mi familia en aquel entonces, ni ahora menos, pero me di cuenta que teníamos ciertas comodidades que mis compañeros no tenían, para mí en ese entonces eso no llamaba mi atención, porque crecí así pero no apreciaba los esfuerzos que había hecho mi papá (a quien llamamos en casa “Mi Paíto”) por darnos algunas comodidades, el era en ese entonces un obrero de una central azucarero (fábrica de azúcar) trabajaba tres turnos, se esforzaba por mantener a doce adorables criaturas, claro que no éramos ricos, pero teníamos algunas cosas que para mí en ese entonces creía que todo el mundo las tenía, eso hacía que no valorara ese tipo de cosas.
Hoy día como hijo de Dios que soy, pienso que Dios nos ha colmado de bendiciones y “riquezas” que no apreciamos porque pensamos que las merecemos o que todos las tienen, así como yo creía de pequeño, Dios nos da muchísimas cosas que a veces pasan desapercibidas en nuestras vidas y que no las valoramos y claro que nos las agradecemos porque sentimos que es normal tener eso o que eso me pase.
Cuando menciono riquezas no me refiero solo a lo material, sino aquellas cosas valiosas que Dios nos da y que son imprescindibles en nuestras vidas, cosas que tenemos y que no le damos el justo valor que tienen, aquí les enumero algunas:
1. Poder ver
2. Poder oír
3. Poder tocar
4. Poder probar
5. Poder sentir
6. Poder reír
7. Poder amar
Las cosas más preciadas de la vida, no se pueden construir con la mano, ni comprar con dinero. Solo un Dios tierno y amoroso nos da cosas que nos son útiles, pero que nosotros creemos que es natural que las tengamos, y hasta creemos que las merecemos.
He aprendido con la ayuda de Dios, que Él nos provee ciertas cosas para que:
1. Las usemos para nuestro beneficio o uso personal. Él quiere que estemos bien y sabe de qué cosas necesitamos (Filipenses 4:11-13)
2. Las usemos en ayudar a otras personas. Dios nos bendice para que seamos de bendición a otros, Él no quiere que nos quedemos con los brazos cruzados viendo la necesidad de otros. (Génesis 22:18; Lucas 10:27; Santiago 2:8)
3. Las usemos para adorar, agradecer y glorificar a Dios. Dios quiere que seamos agradecidos con él por lo que nos da, y que demostremos ese agradecimiento constantemente. (Salmo 96:8)
A cada instante Dios nos bendice y hace regalos maravillosos que solamente hay que abrir los ojos para poder apreciarlos, el solo hecho de ver la creación notamos el sello de Dios que dice: “Hecho en el cielo para ti” bueno así lo aprecio yo, el milagro de la vida que Dios a cada instante realiza en la creación, se hace evidente en cada niño, en cada cosa sencilla que sucede como una flor que se abre o un pájaro que vuela. Cuando presencio y medito en todo esto, me dan ganas de caer de rodillas y alabar el nombre de Dios. Comprendo la poesía del salmista que alaba la creación:

Los cielos cuentan la gloria de Dios,
el firmamento proclama la obra de sus manos.
Un día comparte al otro la noticia,
una noche a la otra se lo hace saber.
Sin palabras, sin lenguaje,
sin una voz perceptible,
por toda la tierra resuena su eco,
¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!
Salmo 19:1-4

Oh SEÑOR, soberano nuestro,
¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!
¡Has puesto tu gloria sobre los cielos!
Por causa de tus adversarios
has hecho que brote la alabanza
de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho,
para silenciar al enemigo y al rebelde.
Salmo 8:1-2


¡Vivir es maravilloso! ¡Cuántas cosas podemos hacer con la vida que Dios nos da! Podemos amar, compartir las emociones del corazón con otros y hacernos solidarios con sus alegrías y dolores. Podemos servir, gastar de lo nuestro en hacer felices a otros. Podemos construir con el trabajo y esfuerzo, un mundo mejor.
Para el cristiano, la vida es mucho más: sabe que nadie es dueño de su destino y por eso la vive aquí provisionalmente, esperando la vida definitiva que Dios nos dará en la eternidad. Recibe los dones de la vida como regalos de Dios para servicio a los demás. Piensa que jamás ha llegado al fondo del deber y camina hasta el fin en busca del ideal. Sabe que sin Dios nada se puede hacer (Juan 15:5); nada eterno puede construir, y busca a Dios afanosamente en la oración y el trabajo; en la adoración y el servicio.
Tenemos la certeza de que Jesucristo, desde aquí abajo construye en cada una de nuestras vidas temporales, la vida eterna. Por eso esperamos… apoyados en nuestra fe, nuestra propia resurrección. Esperamos “cielo nuevo y la tierra nueva” donde habitará la justicia, y todo será luz y felicidad, porque Dios vivirá con su pueblo, enjugará todas las lágrimas, y “ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor, porque las primeras cosas habrán dejado de existir”. Y como Dios ha prometido: “Hará nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21: 1-5)
¡Qué bello es vivir cuando Jesucristo es “en nosotros la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27)

Oración: Gracias Señor, por tu bondad y gran misericordia. Porque me has colmado de riquezas que antes no apreciaba, pero que ahora me has hecho ver y entender que son mi riqueza más preciada. Gracias por darme la facultad de ver, oír, gustar, sentir, reír y amar. Por la salvación de mi alma que es la mejor posesión que me has dado. Y por darme la oportunidad de comunicar a otros tu precioso nombre.

Experimentando a Dios en mi vida: Si hoy me preguntaran aquellos compañeros de primaria: ¿Eres rico? Mi respuesta sería diferente, les diría: ¡¡¡Sííííííííí!!! Porque verdaderamente Dios me ha hecho muy rico. No materialmente, pero sí en esas cosas que la mayoría tenemos y que no apreciamos ni agradecemos por tenerlas. Dios se ha manifestado alrededor de mi vida a través de personas maravillosas que me aman y se preocupan por mí: Mis padres, mi esposa, mis hermanos y otras muy especiales para mí. Agradezco a mi Dios cada regalo y especialmente la riqueza de conocerlo a Él cada día más, no solo conocer acerca de Él sino conocerlo a Él. Gracias mi hermoso Señor. ¡¡¡MI MAYOR RIQUEZA ES CONOCERTE Y SABER QUE ME AMAS!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3).el simple hecho de saber sobre su amor nos hace especiales y verdaderamente ricos…Dios ha tenido un cuidado especial con su creación pero con sus hijos él es especial. Gracias por mostrar tu corazón y el cuidado que Dios ha tenido con tigo. Solo no estamos en este mundo y aprender a valorar lo que tenemos y amar para seguir viendo el gran Amor de Dios es lo que nos toca...eres mi héroe mi protector

Unknown dijo...

Que maravilloso es conocer a Dios como nuestro Padre, nuestro Proveedor... y mucho mas!! Para mi Dios es un Papa consentidor, conoce nuestras necesidades pero tambien nos da cosas para deleitarnos... al principio cuando Dios creo al mundo vio que !Era bueno! y saben que es lo mejor? Que todo eso lo creo para nuestro deleite... No tenemos que esperar cosas ESPECTACULARES (para nosotros) para agradecer a Dios... el solo hecho de despertar cada manana, saber que nos ama, que esta con nosotros y pasaremos nuestra eternidad con el ES LA MAYOOOOOR RIQUEZA DE TODO CRISTIANO... Donde esta nuestro tesoro, alli esta nuestro corazon...
Gracias mi Dios porque Tu eres dueno de todo, y estas siempre con tus manos abiertas para bendecirme!! TE AMOO!!!

Carlos Romero dijo...

Que bellos comentarios, Dios está sonriendo por eso. Él es nuestra mayor riqueza. Dios las bendiga por tan lindos comentarios.